lunes, 14 de febrero de 2011

De cuando voy al cine…

...Y salgo emocionado y con una sonrisa de oreja a oreja porque he visto dos excelentes películas. No sé si tal cosa me había ocurrido en algún momento anterior, pero este fin de semana, las dos películas que vi me dejaron sin palabras. Cada una desde su respectivo estilo y temática, pero uff, vaya que, tanto directores como actores se rifaron.


En primer lugar, me tocó ver True Grit (Temple de Acero) de los hermanos Coen. En algún lugar había leído que era una buena película y, bueno, también había visto el “tráiler” que me llamó bastante la atención … ese tal Jeff Bridges (Rooster Cogburn en la película) me causó expectación desde el momento que vi el “trailer”, se oía como el típico vaquero que parte madres, y aunque la película no está retacada de momentos de acción, con lo que éste personaje muestra es suficiente para salir emocionado con la valentía y chingonería que se tenía que manejar en aquellas épocas… Pero el papel más chingón no es el de él, es el que interpreta Hailee Steinfield… una chavita de 14 años llamada Matti Ross que quiere vengar la muerte de su padre… la actuación de ella, es otro pedo, si algún día tengo una hija quiero que sea como ella, ja!... La película nos permite conocer como era el Viejo Oeste, si lo sé, eso no es lo más innovador… lo chingón de la historia reside principalmente en la determinación de la chavita en vengar a su padre y a la relación que forja con el agente Cogburn, y posteriormente, con el personaje que interpreta Matt Damon, un Ranger Texano de apellido Leboeuf. La música también es buena… aquí les dejo parte del soundtrack:


El final es memorable rematando con las siguientes palabras:

“Time gets away from us”

La segunda película que vi este fin de semana fue Black Swan (El cisne negro). Cuando supe que era de Daren Aronofsky (director de Réquiem por un Sueño), sabía que tenía que verla, más cuando todos los comentarios que leí coincidían en que era una excelente película…. Y lo fue…. Creo que pocas veces había querido explotar de emoción en el cine como cuando esta película terminó… Está muy cabrón el desmadre psicológico en el que la historia envuelve al espectador, ese ambiente frenético que Aronofsky es experto en crear, de verdad, no tiene madre. La película refleja de una manera excelente la obsesión por la perfección y la destrucción que ésta puede conllevar… Creo que mucha gente se va con la finta de que la película se enfoca únicamente en el mundo de la danza, pero no, aplica a todos los campos… y es que esa búsqueda de la perfección es cabrona y traicionera… Te lleva a perder el enfoque de lo que supuestamente más deberías de disfrutar… (por ahí sentí una que otra pedrada con algunos puntos que toca la película)…. Además, creo que nunca me había sentido tan provocado por una escena lésbica como lo sentí en la escena protagonizada por Natalie Portman y Mila Kunis, no sé aún como describir esa provocación pero fue una sensación cabrona (parte del juego psicológico de Arofnosky) de hecho los minutos previos a esa escena son de lo más chingón, pura provocación, el mero “dejarse llevar”; precisamente el comienzo de la metamorfosis al cisne negro… Y el final, simplemente es perfecto… cuando terminó, estuve a punto de levantarme a aplaudir, ja!... El soundtrack realizado por Clint Mansell (también hizo el de Réquiem) es parte fundamental para construir el ambiente psicológico de la película… y cada uno de los actores hace de su papel algo memorable.

Mila Kunis... la amo...

Yo sé que no sé mucho de cine, pero creo que reconozco una buena película cuando la veo, y éstas, sin duda alguna, lo son. Así que si no han ido a verlas, vayan!, verán que cada uno de los pesos gastados habrá sido aprovechado.