lunes, 1 de agosto de 2011

Reen-cuentro


Una de las cosas que más esperaba de la prepa (bueno, como casi todo los hombres, creo) era conocer a un chingo de viejas. Mi deseo era mayor aún pues venía de una escuela muy pequeña donde ya ninguna de mis amigas / compañeras me sorprendía, lo cual no quiere decir, que no hubiesen mujeres guapas en mi secundaria pero ya me había acostumbrado a ellas.

Así, una vez que llegué a la prepa, todo cambió. No sé si era muy impresionable, creo que sí, pero al menos los primeros días me sentía bastante emocionado cuando veía la cantidad de compañeras guapas que tenía. Pero bueno, una cosa era que me rodearan y otra cosa que yo me acercara, ya saben, para un adolescente es todo un reto acercarse a las mujeres guapas. En fin, unas semanas después vi por primera vez a una de las mujeres que me robaría el aliento en el transcurso de ese primer semestre de la prepa y de parte del segundo también. Resultó que pertenecía a un programa de prepa diferente al mío, un programa un tanto extraño donde los “aislaban” del resto de nosotros, de manera que la interacción era un poco complicada. Sin embargo, eso no impidió que me la presentaran un par de veces, quizás tres. Lamentablemente, mis nervios me traicionaron en cada una de esas ocasiones y no logré llegar a hilar una conversación más o menos coherente con ella (si lo sé, pinche adolescente que fui). Incluso, me la llegué a topar en un par de fiestas/antros y, a pesar de las miradas entre nosotros, nunca trascendió esa relación, hasta que finalmente ella no continuó en la escuela y me tuve que conformar con mantener mi “interacción” con ella como una mera anécdota de la adolescencia, más que nada, por hacerme recordar el grado de nerviosismo que alcanzaba cuando estaba cerca de una mujer que me gustara en aquella época.

Hace unos meses atrás se me ocurrió buscarla en facebook (no para stalkear como tal, pero para saber si de casualidad la encontraba por ahí), y la encontré. Solo de ver alguna de sus fotos me llegó inmediatamente esa sensación del nervio que sentía hace unos años cuando la vi por primera vez. Entonces, pensé en escribirle algo pero finalmente descarté esa idea, dado que realmente no existía una relación previa, es decir, ni por error se acordaría de mí. Hubo otro detalle que me llamó la atención cuando vi su profile en facebook y fueron los amigos en común, realmente eran pocos y ninguno relevante, por lo cual no le di importancia inicialmente. Tiempo después andando de ocioso en el trabajo se me ocurrió meterme a ver su profile y resultó que teníamos un nuevo amigo en común, un muy buen amigo mío, mi primo.

Así que, casi sin pensarlo le hablé a mi primo y le pregunté que de donde la conocía, al principio no supo de que le hablaba, pero ya que le mencioné los dos nombres de la mujer en cuestión, supo a quien me refería y me dijo que recién la había conocido en la escuela (no pensé que se hubiera atrasado tanto en eso del estudio).

Después de unas semanas de hablar con mi primo, nos vimos con ella en una fiesta. Mi reacción fue bastante normal, ya el adolescente nervioso de hace algunos años había quedado atrás. Platicamos, entre otras cosas me preguntó que de donde la conocía pues mi primo le había platicado de mi (él entendió que realmente nos habíamos conocido, pero como pudieron leer no fue así). Y así seguimos un rato más en la fiesta y de ahí continuamos en su casa. Ese día me sentí bastante bien de poderla ver casi once años después. El desenlace estuvo bastante raro, el alcohol y ciertas emociones encontradas no fueron la mejor combinación. Mi salida de su casa no fue definitivamente la más decorosa pero bueno, será otro de esos recuerdos que quedan para la posteridad, jaja.

Dada mi fantástica salida de su casa, pensé que difícilmente la volvería a ver pero seguro mi subonsciente tenía plan, pues olvidé mi sudadera en su casa. Y aunque no me la entregó directamente a mí, de ahí saqué el perfecto pretexto para agregarla a facebook y mandarle unos cuantos mensajes que posteriormente derivaron en que ella tuviera mi teléfono y después yo el suyo.

Nos hemos visto algunas veces más, no tantas pero tampoco tan pocas, diría suficientes para crear un vínculo. No termino de saber bien su historia, y no es que la quiera conocer toda, pero es que la gente que la conoce y me conoce me platica tantas cosas… que si las drogas, que si es un desmadre, que si no tiene idea de que pedo con su vida, que si bla bla bla…

Cuando recién empecé a verla pensé que seguramente tenerla de amiga estaría de huevos, pero conforme ha pasado el tiempo creo que eso fue pura chaqueta mental motivada un poco porque estoy consciente que si trae un desmadre 2,3 cabrón, pero bah, que chingados no todo puede ser perfecto. Ella me gusta, siempre me ha gustado y es bien buen pedo.

Ahorita el gran pedo es que su familia atraviesa por una situación complicada y por más que he querido verla no he podido en estos dos últimos meses. He hablado 2,3 seguido con ella pero aún así no sé bien como ande todo con ella y, en ocasiones, me entra una ansiedad bien cabrona por estar con ella, aún más cuando se despide con un “te extraño” y madres por el estilo.

A veces romanceo demasiado con mis pensamientos sobre todo esto, como si el Antorcha de 16 años que aún vive en algún rincón de mi tomara el control, ja!. Simplemente quiero lograr trascender más en su vida pero necesito que también ella coopere. A ver que pasa con esto…

En fin, encontré una canción de The National de un EP que no conocía y que no tiene madre… quisiera decirles que no pienso en alguien cuando la escucho pero mmm, creo que sería hacerme güey…. Pinche canción cabrona que viene en un momento en donde puede aplicarse perfecto. El cello simplemente no tiene madre .